Esta es la herencia de Sánchez y su banda a los españoles. Es el precio a pagar por el progresismo ideológico sin progreso real y de la deconstrucción de España de los secesionistas a costa de los españoles.
Sánchez-PSOE han abdicado de la socialdemocracia y abrazado en neocomunismo al pactar con la ultraizquierda y, además, han adoptado el marco mental antiespañol de los secesionistas catalanes y vascos: han legalizado la sedición y amnistiado a los golpistas, les ceden las competencias estatales y les perdonan parte de la monumental deuda con que financian la insurrección.
La gobernanza de la Nación de los gobiernos en minoría en los últimos 7 años ha estado orientada más a las políticas de sus socios, afianzar el control de todas las instituciones a través de peones políticos serviles y fomentar una ciudadanía dependiente, limitada y manipulable como condición de permanencia en el poder que al desarrollo social, político y económico de España. Veamos en concreto esta involución socioeconómica:
Diversos indicadores identifican el declive social y económico que pulverizan la propaganda del gobierno y prensa afín. Es un hecho la pérdida de posiciones en los rankings internacionales con impacto en los diversos estratos sociales, pero especialmente en la clase media y baja con el incremento de las personas en el umbral de la pobreza y exclusión social con rentas inferiores a los 10.000 €/año (el 26,5% de la población en INE-2023).
Salarios
La OCDE-2023 fija el salario medio en España en 21.600 € brutos anuales según esta estructura de rentas: los ingresos de la clase baja son inferiores al 75% del ese valor (hasta 16.200 €/año); la clase media, se sitúa entre el 75% y el 200% de la media (entre 16.200 y 43.200 €/año); y la clase alta, excede el 200% de la renta media (ingresos brutos superiores a 43.200 €/año). Y alerta: “España tiene una clase media más pequeña que el resto de los países de nuestro entorno. Su peso es de menos del 55% de la población frente al 61% de la OCDE”. Y añade: “los países más ricos son aquellos con una mayor parte de la población en el segmento de ingresos medios”. El declive de la clase media en España expresa deterioro económico real. Los costes de la vivienda, sanidad, educación, servicios, carga impositiva y cesta de la compra han crecido por encima del nivel de ingresos. Entre 2018 y 2023 los salarios han crecido un 17% mientras que la cesta de la compra se ha encarecido un 43%. Las causas son diversas, económicas y sociales: rigidez mercado laboral (regulación estatal), fractura de la unidad del mercado (regulaciones autonómicas), inseguridad jurídica, desconfianza, corrupción política, aumento de la carga impositiva, bajos salarios, inflación y aumento de precios.
Productividad
Estos factores citados restan calidad a la actividad económica cuyo impacto repercute negativamente en la productividad. España ha ido cayendo en el ranking de competitividad: ocupa el puesto 40 de 67 (IMD). Desde 2018 hemos perdido 18 posiciones. Causas: inseguridad jurídica, abusos regulatorios, política económica intervencionista, deuda y gasto público...
Sus efectos son notorios en la alta tasa de paro del 10,9%, superior a la tasa de la zona euro del 6,3% (Eurostat), pero con la sangría del paro de los jóvenes menores de 25 años del 26,6% (EPA-4º TRI2024) y la manipulación de los fijos discontinuos con unas 800.000 personas que no trabajan y no constan como parados. “El 83% de los contratos laborales en España son temporales, parciales o fijos discontinuos” (The Objective 4.05.2025), la falta de inversiones e innovación creadora, el pequeño tamaño de las empresas, la fuga de capital humano más cualificado y las barreras burocráticas ciegan el desarrollo productivo.
PIB y PIB per cápita
Esta realidad se esconde en la propaganda oficial que pone el foco en el crecimiento del PIB, pero esconde el estancamiento del PIB per cápita, situado en 27.740 € en 2024. Este dato nos sitúa en el puesto 14 y la baja de la UE-27, muy lejos de la media de 33.530 € de la UE (Eurostat) y por debajo de Italia (33.810 €) o Chipre (32.810 €). España pese a ser la cuarta economía del euro es la 14 en productividad; su economía no converge con el nivel de desarrollo de las familias de la UE, sino que se ha estancado y revertido la tendencia convergente de hace 20 años. Sólo los ingresos de los hogares de Madrid y País Vasco, en retroceso, superan la media de la UE.
El bajo nivel del PIB per cápita es un indicador de baja productividad por la relación existente entre la riqueza media por persona y la eficiencia en la producción de riqueza.
Los españoles comprueban cada día el incremento del coste de la vida, la frustración de muchos jóvenes para alquilar o comprar una vivienda por la relación imposible entre los costes de la vivienda y los salarios reales.
Empobrecimiento sociocultural y político
A estos factores hay que agregar el deterioro creciente del sistema educativo básico, mantenido en posiciones mediocres (OCDE-PISA-2023), y una educación universitaria fuera de las 20 primeras posiciones mundiales, la instrumentalización secesionista de la educación en Cataluña y País Vasco, la “normalización” de la corrupción política y la mentira institucionalizada, la reducción de las expectativas de los jóvenes y el acomodo de muchos de ellos a una vida sin horizontes. El paro endémico y la baja productividad condicionan la vida y futuro de los ciudadanos y sus familias porque lastran las posibilidades de desarrollo.
Por el contrario, son causa del progreso social y económico la salud y extensión de la clase media, la competitividad de empresas y productos, el nivel alto de PIB per cápita, la excelencia educativa, la calidad del Estado de derecho, el prestigio de las instituciones públicas, el rigor y trasparencia en la gestión de los recursos públicos (gasto, deuda, déficit, información).
No es aplicable en la España actual. La propaganda se emplea a fondo para que una población empobrecida, dependiente y manipulable garantice la permanencia en el poder de liderazgos autoritarios e irresponsables como el de Sánchez. Lo que está dejando a su paso es decadencia social y económica, corrupción institucional desde arriba, con el Tribunal constitucional legalizando la amnistía no constitucional, desde dentro con Alegría, Montero y López propalando bulos con descaro sinvergüenza y hasta en el subsuelo con las cloacas (casos Ábalos, Cerdán y Leire Díez), degradación democrática con un Congreso de diputados convertido por Armengol en un guiñapo al servicio del jefe, la irresponsabilidad criminal por la DANA-2024, el descontrol migratorio...
Revertir la espiral de empobrecimiento, económico y moral, que hunde a los ciudadanos es la cuestión en un momento histórico crítico para el futuro de Europa y la paz mundial. España no está ni se la espera. Vivimos ese periodo fatídico de todos los autoritarismos instalados. Sánchez sabe que su tiempo ha terminado, pero sigue obstinado de lo imposible, cada vez más aislado en el bunker monclovita ¿hasta cuándo?